Todos hemos escuchado alguna vez a nuestra madre decirnos “tienes que tomar mucha leche, que la leche tiene mucho calcio para que tengas unos huesos fuertes”.
Es cierto que los lácteos tienen una gran cantidad de calcio pero, ¿que ocurre si nos diagnostican una intolerancia a la lactosa?
¿Que ocurre si los alimentos sin lactosa comienzan a ser parte obligatoria de nuestra alimentación?
¿Como nos nutriremos de ese calcio tan necesario para nosotros?
Lo primero que debemos saber es que el calcio no sólo nos ayuda a fortalecer nuestros huesos, sino que ayuda a que nuestros músculos y nuestro sistema nervioso funcionen correctamente, además de ayudar a las células a comunicarse con nuestro cerebro.
Es por estas razones por las que si nos han diagnosticado una intolerancia a la lactosa, hemos de buscar el calcio que perdemos de los lácteos en otros alimentos. Os dejamos algunas alternativas muy saludables y con un extra de calcio.
1. Vitamina C+ Calcio. Todos conocemos el extraordinario aporte que la naranja tiene de vita C, pero no todo el mundo sabe que es mayor el índice que la naraja tiene de calcio. Un vaso de zumo de naranja natural aporta un 38% de la cantidad de calcio que necesita un adulto diariamente.
2. Sardinas y Salmón, el calcio del mar. Existen dos pescados que además de otra gran cantidad de propiedades disponen de grandes dosis de calcio. Por ejemplo 325 gramos de sardinas enlatadas contienen un 33% del consumo diario recomentado de calcio, y el salmón nos aporta un 18%.
3. Tofu, con calcio y saludable.Otro alimento que nos aporta calcio y además es sanísimo es el Tofu. Media taza de Tofu (siempre que haya sido complementado con sal de sulfato de calcio) contiene el 25 % del calcio que necesitamos al día.
Aquí tenéis tan sólo algunas de las alternativas para una alimentación rica en calcio.
Aún así la mejor solución siempre os la pueden dar especialistas en nutrición y salud que os ayudarán a encontrar una dieta libre de lactosa y con el calcio suficiente para estar sanos y fuertes.